En este artículo, exploramos en profundidad las diferencias y similitudes entre el CBD y el cáñamo. A medida que crece el interés de los productos derivados del cannabis, es esencial comprender las peculiaridades de cada uno.
¿Cuáles son sus beneficios y usos? ¿En qué se diferencian y en qué se asemejan?
Las palabras Cáñamo y CBD suelen usarse de manera intercambiable, por lo que es fundamental conocer sus diferencias antes de incorporarlos a nuestra rutina.
Tabla de contenido:
- ¿Qué es el CBD?
- ¿Qué es el Cáñamo?
- ¿Qué es el Aceite de Cáñamo?
- Orígenes y usos
- Diferencias clave del cáñamo y el CBD
- Conclusión
¿Qué es el CBD?
El CBD es una de muchas sustancias químicas que se encuentran dentro de la planta de cáñamo y que se conocen como cannabinoides. Por lo que comparar el CBD con el cáñamo sería como comparar la leche con los productos lácteos o comparar el ingrediente activo de una planta con propiedades medicinales con la planta misma que lo produce.
¿Qué es el Cáñamo?
El cáñamo, también conocido como cáñamo industrial o hemp en inglés, es una variedad de la planta Cannabis sativa.
A diferencia de su pariente cercano, la marihuana, el cáñamo contiene bajos niveles de tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto psicotrópico de la planta y altos niveles de CBD.
La marihuana, por el contrario, generalmente contiene altos niveles de THC y bajos de CBD.
La planta del cáñamo es una fuente versátil de alimentos, aceite, fibra, ladrillos, combustible y un sinnúmero de usos.
¿Qué es el Aceite de Cáñamo?
El aceite de cáñamo proviene de las semillas de la planta de cáñamo y también se conoce como aceite de semilla de cáñamo.
Muchas personas confunden el aceite de cáñamo con el aceite de CBD y asumen que son lo mismo.
Las semillas de la planta de cáñamo solo contienen una cantidad minúscula de CBD. Si buscas CBD, evita comprar aceite de cáñamo. Aunque el aceite de cáñamo puede no ser rico en CBD, tiene otra cantidad significativa de beneficios para la salud.
Orígenes y usos
El Mundo del Cáñamo, historia y prohibición
A lo largo de la historia, el cáñamo ha sido utilizado extensamente en todo el mundo para fabricar papel, tejidos e incluso medicinas.
El cáñamo fue una de las primeras plantas de fibra cultivadas, con registros arqueológicos de su uso que se remontan a antiguas civilizaciones en el norte de China, tan temprano como el 10,000 a. C.
Los pueblos migratorios llevaron el cáñamo a Europa, donde, en el siglo XVI, se distribuía ampliamente y se cultivaba para obtener fibra. Se cultivó por primera vez en el Nuevo Mundo en Chile en 1545 y fue llevado a Nueva Inglaterra en 1645 como fuente de fibra para hilar y tejer en los hogares.
La práctica se extendió al resto de Estados Unidos de América, donde el cultivo prosperó tanto que se desarrolló una industria comercial de cuerdas debido a la fuerte demanda de lona y cuerdas por parte de la Marina de los EE. UU.
Hasta inicio del siglo XX, el cáñamo tenía profundas raíces históricas en Estados Unidos.
Las colonias americanas alentaban, y en algunos casos, incluso obligaban a los agricultores a cultivar cáñamo. El presidente George Washington cultivaba cáñamo.
Los primeros borradores de la declaración de independencia de dicho país se firmaron en papel de cáñamo.
El cannabis, en general, se utilizaba ampliamente con fines medicinales y estaba incluida en la Farmacopea de Estados Unidos desde 1850 hasta 1937. Es decir que en general la planta Cannabis sativa era común en el hemisferio norte debido a su uso en diversas industrias.
No obstante, en Estados Unidos, la prensa amarillista empezó a difundir rumores falsos sobre los efectos nocivos de la marihuana para promover intereses corporativos, especialmente por la competencia económica de las industrias del algodón, madera y plásticos sintéticos, que competían con la del cáñamo.
Sumado a la creciente llegada de inmigrantes mexicanos, surgieron prejuicios racistas.
Los estadounidenses asociaron a los mexicanos con la marihuana, que era consumida por ellos después del trabajo.
Esto llevó a la creación del Buró Federal de Narcóticos en Estados Unidos y a leyes anti cannabis en varios estados, siendo California el más radical al calificarla como veneno. Esto aun cuando la ciencia mostraba lo contrario. Desde entonces, las investigaciones científicas sobre los efectos reales de la marihuana fueron prácticamente detenidas.
La prohibición del consumo de marihuana careció de bases científicas sólidas.
Fue motivada por razones racistas, manipulación mediática, intereses corporativos y legisladores corruptos e ignorantes, dando como resultado que el cáñamo, agrupado con su primo, la marihuana, quedaran efectivamente prohibidos. Quedaron atrapados en la mira de la Guerra contra las Drogas.
En México, la prohibición de las drogas, incluida la marihuana, ha estado influenciada por las políticas de Estados Unidos.
A pesar de intentos iniciales de regulación durante la época revolucionaria, las leyes mexicanas se alinearon con los intereses estadounidenses criminalizando la marihuana sin que representara un problema de salud pública.
El Auge del CBD. Legales y regulaciones
Tras años de prohibición, el auge del CBD en Norteamérica comenzó a principios del siglo XXI, con un creciente interés en las propiedades terapéuticas de los cannabinoides y cambios en las leyes relacionadas con el cannabis en Estados Unidos, Canadá y México.
En Estados Unidos, el auge del CBD se aceleró con la legalización del cannabis medicinal en varios estados a partir de la década de 1990. Sin embargo, fue la aprobación de la Ley Agrícola de 2018 la que realmente impulsó la industria del cáñamo y del CBD, al eliminar el cáñamo de la lista de sustancias controladas y permitir la producción y venta de productos de cáñamo, incluidos los que contienen CBD.
Desde entonces, el mercado del CBD en Estados Unidos ha experimentado un crecimiento significativo, con una amplia gama de productos disponibles.
En Canadá, el CBD también ha sido objeto de interés, especialmente después de la legalización del cannabis recreativo en 2018.
La legalización abrió la puerta a una variedad de productos de cannabis, incluidos aquellos con alto contenido de CBD. Canadá ha visto un aumento en la disponibilidad y la popularidad de productos de CBD desde entonces, tanto para uso medicinal como recreativo.
En México, el auge del CBD ha sido más reciente, ya que el país ha experimentado cambios significativos en sus leyes de cannabis en los últimos años.
En 2017, México legalizó el cannabis medicinal, lo que permitió el uso de productos de CBD para tratamientos médicos.
Posteriormente, en 2021, la Suprema Corte de México declaró inconstitucional la prohibición absoluta del cannabis recreativo, allanando el camino para la legalización del cannabis recreativo y, por ende, de productos de CBD con fines recreativos.
Estos cambios han llevado a un aumento en la disponibilidad y el interés por el CBD en México.
Cáñamo y CBD en detalle
A pesar de su bajo contenido de THC, el cáñamo es una rica fuente de CBD, el cual se encuentra principalmente en las flores y hojas, y en menor proporción en las semillas y tallos.
El cultivo de cáñamo es una opción popular para la producción de CBD debido a su disponibilidad y a las estrictas regulaciones sobre el contenido de THC en muchos países.
Es importante recalcar que aun cuando el CBD proviene del cáñamo, el CBD de alta calidad no proviene de la misma planta que se cultiva para producir fibras y semillas de cáñamo, las cuales se utilizan principalmente para producir aceite de semilla de cáñamo, el cual explicamos previamente.
Para producir aceite de CBD de alta calidad se utilizan plantas de cáñamo genéticamente apropiadas para ello. Son plantas de cáñamo ricas en fitocannabinoides, incrementando así sus propiedades terapéuticas.
En las nubes utilizamos este tipo de aceite de alta calidad, asegurando así una experiencia de CBD genuinamente beneficiosa y eficaz para nuestros clientes.
Cáñamo en detalle
El cultivo del cáñamo ofrece oportunidades para los agricultores debido a su facilidad de cultivo y su menor necesidad de agua y pesticidas en comparación con cultivos tradicionales como el algodón.
Puede crecer en diversos climas y su producción puede ser una alternativa sostenible para agricultores afectados por sequías o enfermedades en sus cultivos actuales. Su cultivo es beneficioso incluso en suelos degradados, ya que actúa como un regenerador natural del suelo.
Es más rentable que el algodón, ya que produce hasta cuatro veces más por hectárea y requiere menos recursos. La planta del cáñamo se puede utilizar para varios productos, permitiendo a los agricultores maximizar sus ganancias.
El cáñamo es un excelente sustituto del papel tradicional, ya que crece rápidamente, requiere menos químicos y energía para producir papel y es más resistente y duradero.
La industria del cáñamo también ofrece empleos bien remunerados en diversas etapas de la cadena de suministro, desde la producción hasta la distribución.
Diferencias clave del cáñamo y el CBD
CBD
- Es un compuesto químico encontrado en las plantas de cannabis, principalmente el cáñamo (mayor proporción) y la marihuana (menor proporción).
- Se utiliza en productos para el bienestar debido a sus beneficios para la salud.
- No tiene propiedades psicotrópicas, es decir que no te hace sentir drogado.
Cáñamo
- Es una variedad de la familia de las plantas de cannabis con bajos niveles de THC y generalmente altos niveles de CBD.
- Adicional al CBD contiene otros compuestos beneficiosos para la salud.
- Se puede utilizar para fines industriales como textiles y alimentos, por mencionar algunos, adicionalmente a la extracción de CBD y otros cannabinoides.
Por cuestiones regulatorias, actualmente la mayor parte del CBD que se encuentra en México y Estados Unidos proviene del cáñamo.
Los productos de CBD o THC que provienen de la marihuana tienen un marco regulatorio diferente, generalmente más estricto.
Potencial sostenible
El CBD y el cáñamo ofrecen un potencial sostenible significativo. El CBD se utiliza en productos de bienestar reemplazando a menudo productos químicos y medicamentos sintéticos, lo que promueve un enfoque más natural para el cuidado de la salud.
Por otro lado, el cáñamo es una planta versátil que requiere menos agua y pesticidas en comparación con otros cultivos, y su cultivo puede mejorar la salud del suelo y reducir la erosión.
Ambos contribuyen a prácticas sostenibles y ecológicas en diversas industrias.
Conclusión
En conclusión, el CBD y el cáñamo representan no solo productos, sino también oportunidades para un futuro más sostenible. Sus diferencias fundamentales en usos y beneficios revelan un potencial inmenso para la industria y la salud. Al comprender estas diferencias, estamos preparados para aprovechar al máximo estos recursos naturales, construyendo un mañana más saludable y respetuoso con el medio ambiente.
