El CBD como antiemético

El cannabis se ha utilizado para tratar las náuseas y los vómitos en distintas culturas durante milenios, y a mediados de la década de 1970 empezó a investigarse el tratamiento de estos síntomas en los pacientes de quimioterapia.

En los primeros estudios se empleó con éxito el cannabis con alto contenido en THC y ello desembocó en el desarrollo de un fármaco de THC sintético llamado Marinol, que se sigue prescribiendo para combatir las náuseas y estimular el apetito en relación con el cáncer y el VIH.

En el año 2002, los investigadores comenzaron a fijarse en los cannabinoides que no tenían efectos secundarios psicotrópicos, como el CBD, para evaluar su valor terapéutico en el tratamiento de las náuseas. A diferencia del THC, el CBD tiene poca afinidad con los receptores CB1 y CB2, pero parece actuar indirectamente sobre el receptor de serotonina 5-HT.

Si bien el CBD puede desempeñar un papel en la reducción de las náuseas, los investigadores concluyen que el THC, hace más tareas pesadas cuando se trata de ayudar con las náuseas y los vómitos.

Las nubes sugiere:
Consulta con un profesional de la salud para que los procedimientos de dosificación y administración puedan establecerse y ajustarse de forma individual.

Utilizar compuestos de amplio espectro como los de las nubes durante el día y de espectro completo por la noche.

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